...El Midi D'Ossau emerge cuando estábamos plenos de paisaje...
Nos
dan las 20:30 cuando salimos de Donosti rumbo al Pirineo, esta vez hacia
Canfranc y Villanúa, zona que apenas hemos frecuentado. La noche se nos echa
encima. Llegamos al aparcamiento próximo a la Estación de Canfranc cerca de las
23:30 con el tiempo justo para calentarnos la cena y, tras observar las
estrellas, meternos en la piltra en una bonita y silenciosa noche. No hay
ruidos, tan solo algún pajarillo a lo lejos, paz y tranquilidad…
Amanecemos
a las 8; ya hay bastante luz que se filtra por las claraboyas. Desayunamos y
afrontamos la jornada de 7 horas de recorrido total visitando La Moleta, bonito
mirador sobre esa preciosa zona del Pirineo. Atravesamos el pueblo de Canfranc
Estación, embelesados por su bonito edificio, y al final cruzando el torrente
nos adentramos en un bonito bosque que en zig-zag va ganando altura, y mucha,
aunque a la sombra y con una buena temperatura. Llegamos a la zona conocida
como “El Carretón”, ya fuera del bosque, habiendo ascendido prácticamente 900
metros, hay que tener en cuenta que Canfranc está en un “agujero”. La subida
fenomenal, cogiendo un ritmo asequible de forma que no paramos prácticamente
nada.
...no tengo palabras...Collarada me observa...
Desde
el lugar de “El Carretón” observamos el enclave maravilloso del refugio de
Vista Hermosa, apropiado nombre para semejante sitio. Desde aquí las vistas nos
sobrecogen, y todavía nos quedan otros 500 metros más de desnivel hasta llegar
a la cima…La Moleta, precioso mirador, paisaje que embelesa, transporta, llena
de energía.
...Petretxema y Ansabere, la punta de Anie...
Después
de un buen rato, decidimos descender completando la circular por la vertiente
del Ibón de Iserias una vez alcanzado el collado de La Moleta. Genial elección,
la bajada rodeando el ibón, de un color verde intenso dada su poca profundidad
rodeado de vegetación, nos deja anonadados, y después, pasando por el pequeño
refugio de la Vuelta de Iserias, una larga bajada nos dejará, cansados pero
felices, de nuevo en la estación de Canfranc. Hemos hecho cerca de 17
kilómetros para los 1400 metros de desnivel, no está nada mal.

Nos
desplazamos, una vez duchados y cambiados, hacia el lugar llamado la “Fuente de
Paco”, acceso desde el pueblo de Villanúa. Se circula por pista hasta el lugar.
Encontramos un sitio fenomenal para comer, siestita, descanso, lectura…que
buenos momentos…Hasta que nos da la hora de cenar y comienza a hacer algo de
fresco. De nuevo después de cenar estamos viendo las estrellas un buen rato, y
observando la luz de los relámpagos de alguna tormenta lejana…
Los últimos metros de esta montaña son por un canal sin demasiada dificultad pero atentos a agarrarse bien a las rocas y cuidando de no hacerlo a alguna piedra suelta ya que el tipo de roca se rompe con facilidad. Llegamos a la cima y, como el día anterior, nos empapamos de vistas. Después de un rato bajamos hacia el collado de Bacún, donde le espero a Carlos a que suba y baje del Bacún, para descender por zona herbosa hasta la zona donde se encuentra el cromlech de La Espata. Desde aquí se empalma enseguida con la senda de subida en el refugio de La Espata para atravesar el bonito bosque y finalizar la circular en 4 horas y media. Un chapuzón en una poza cercana nos quita el calor que llevábamos encima a esas horas, y la comida a la sombra da por finalizado un bonito fin de semana…para repetir…
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