lunes, 29 de agosto de 2022

UN CHUTE DE PIRINEO

 

                                   ...El Midi D'Ossau emerge cuando estábamos plenos de paisaje...

Nos dan las 20:30 cuando salimos de Donosti rumbo al Pirineo, esta vez hacia Canfranc y Villanúa, zona que apenas hemos frecuentado. La noche se nos echa encima. Llegamos al aparcamiento próximo a la Estación de Canfranc cerca de las 23:30 con el tiempo justo para calentarnos la cena y, tras observar las estrellas, meternos en la piltra en una bonita y silenciosa noche. No hay ruidos, tan solo algún pajarillo a lo lejos, paz y tranquilidad…

Amanecemos a las 8; ya hay bastante luz que se filtra por las claraboyas. Desayunamos y afrontamos la jornada de 7 horas de recorrido total visitando La Moleta, bonito mirador sobre esa preciosa zona del Pirineo. Atravesamos el pueblo de Canfranc Estación, embelesados por su bonito edificio, y al final cruzando el torrente nos adentramos en un bonito bosque que en zig-zag va ganando altura, y mucha, aunque a la sombra y con una buena temperatura. Llegamos a la zona conocida como “El Carretón”, ya fuera del bosque, habiendo ascendido prácticamente 900 metros, hay que tener en cuenta que Canfranc está en un “agujero”. La subida fenomenal, cogiendo un ritmo asequible de forma que no paramos prácticamente nada.


                                                ...no tengo palabras...Collarada me observa...

Desde el lugar de “El Carretón” observamos el enclave maravilloso del refugio de Vista Hermosa, apropiado nombre para semejante sitio. Desde aquí las vistas nos sobrecogen, y todavía nos quedan otros 500 metros más de desnivel hasta llegar a la cima…La Moleta, precioso mirador, paisaje que embelesa, transporta, llena de energía.


....Pufff...Pala de Ip y al fondo Infiernos, Balaitus, abajo el Ibón de Iserias...

                                           ...Petretxema y Ansabere, la punta de Anie...

Después de un buen rato, decidimos descender completando la circular por la vertiente del Ibón de Iserias una vez alcanzado el collado de La Moleta. Genial elección, la bajada rodeando el ibón, de un color verde intenso dada su poca profundidad rodeado de vegetación, nos deja anonadados, y después, pasando por el pequeño refugio de la Vuelta de Iserias, una larga bajada nos dejará, cansados pero felices, de nuevo en la estación de Canfranc. Hemos hecho cerca de 17 kilómetros para los 1400 metros de desnivel, no está nada mal.


                                            Aproximándonos al bonito Ibón de Iserias

 
                                      Desde el Ibón de Iserias miramos hacia La Moleta

                                   Una bonita bajada desde el Ibón Iserias observando el Canal de Izas

Nos desplazamos, una vez duchados y cambiados, hacia el lugar llamado la “Fuente de Paco”, acceso desde el pueblo de Villanúa. Se circula por pista hasta el lugar. Encontramos un sitio fenomenal para comer, siestita, descanso, lectura…que buenos momentos…Hasta que nos da la hora de cenar y comienza a hacer algo de fresco. De nuevo después de cenar estamos viendo las estrellas un buen rato, y observando la luz de los relámpagos de alguna tormenta lejana…

Amanecemos a las 8, de nuevo sin despertador, después de otra bonita noche. Esta vez el destino es la Punta Espata, cerca de 1000 metros de desnivel en unos 10 kilómetros de marcha, suficiente después de lo realizado el día anterior.
Por un precioso pinar vamos ascendiendo sin apenas desnivel durante alrededor de 1 hora, hasta que se nos viene encima un repechito para alcanzar el Refugio de La Espata. Poco después, las vistas sobre Collarada y Collaradeta nos fascinan; el día, como el anterior, despejado y con una brisilla que dejaba caminar a gusto. Nos desviamos en una bifurcación hacia la izquierda dirección al collado de La Espata. Pronto los cairn toman el relevo a las marcas de pintura por una zona de rocas.

...Ascendiendo hacia el Collado de Espata, Collarada y Collaradeta

Subida hacia la Punta Espata

Hacia el collado, Collarada me observa

Los últimos metros de esta montaña son por un canal sin demasiada dificultad pero atentos a agarrarse bien a las rocas y cuidando de no hacerlo a alguna piedra suelta ya que el tipo de roca se rompe con facilidad. Llegamos a la cima y, como el día anterior, nos empapamos de vistas. Después de un rato bajamos hacia el collado de Bacún, donde le espero a Carlos a que suba y baje del Bacún, para descender por zona herbosa hasta la zona donde se encuentra el cromlech de La Espata. Desde aquí se empalma enseguida con la senda de subida en el refugio de La Espata para atravesar el bonito bosque y finalizar la circular en 4 horas y media. Un chapuzón en una poza cercana nos quita el calor que llevábamos encima a esas horas, y la comida a la sombra da por finalizado un bonito fin de semana…para repetir…

Cima de Punta Espata

Precioso pinar próximo al Refugio La Espata


Diciendo adiós a la pirámide de Punta Espata

 



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