domingo, 1 de mayo de 2022

BARRANCO DE LAS MINAS DE VALDEPLATA

Unos días por la cara sur del Moncayo

Comenzaremos nuestra andadura en el tercer día de ruta por estas tierras con esta preciosa travesía recién pasado el pueblo de Calcena dirección Talamantes, tomando una pista a la izquierda, en la que ya señaliza la GR 90, el Sendero Ibérico Zaragozano. Debemos seguir por esta ruta durante un buen rato, disfrutando de los curiosos colores que nos brindan las laderas erosionadas, y los bancales con almendros en el lugar denominado Corral de la Loma. Al rato la figura de las Peñas Albas nos dejan boquiabiertos.

Las Peñas Albas atraen nuestra mirada




Seguimos discurriendo en subida mantenida hasta que la pendiente se hace un poco más fuerte al llegar al Collado Somero, a 1118 metros. El calor comienza a hacer mella y a partir de aquí (ya pocas subidas) iremos disfrutando del camino en suave llaneo y bajada.

La Peña de los Moros desde el Collado Somero

Desde el collado nos llama la atención la enorme Peña de los Moros (1281 metros), que se alza esbelta frente a nosotros.

Vamos descendiendo sin quitar la vista de las moles de alrededor, hasta que una bifurcación a la derecha nos coloca en el seco cauce del río que más adelante se adentrará en el Barranco de Valdeplata. Continuamos por la GR 90 observando que poco a poco las paredes calizas van cerrando nuestro horizonte. Poco más adelante abandonamos la GR 90 que se va a nuestra izquierda, continuando por estrecho sendero, atravesando varias veces el pequeño caudal que lleva por aquí el río. El paisaje de ribera es precioso, verde, apretado…

Discurriendo por el seco cauce del río por la GR 90

Accedemos al lugar de las ruinas de las antiguas minas de Valdeplata, visitando lo que queda de las instalaciones de este emblemático yacimiento. Su historia se remonta hasta la época romana, cuando se extraía plata. Más adelante se le unió la explotación de cobre, azufre, plomo y zinc. Durante muchos años estuvo activo el yacimiento, hasta que perdió importancia tras la conquista de América, aunque se volvieron a abrir las minas a mediados del siglo XIX, clausurándose definitivamente en el año 1914.






Continuamos por el sendero acompañados de encinas y chopos, amparados por oscuros paredones donde areniscas y agua crean bonitas estampas. Llegamos a un pequeño parking, para más adelante desembocar en la carretera, que debemos seguir para volver a Calcena unos 6 kilómetros más. Esta vía apenas utilizada nos lleva curva tras curva hasta un lugar donde marca el Salto de Batán, que nos hace desviarnos por sendero a la izquierda unos 300 metros para descubrir un tranquilo lugar donde antaño iba a bañarse la gente del pueblo. Un antiguo puente y restos de un molino, junto al sonido del agua en el pequeño salto, nos tienen un buen rato tirando fotos…desandamos lo andado y nos incorporamos a la carretera durante 2 kilómetros más, que nos dejan ya en Calcena, terminando así esta interesante ruta de 17 kilómetros, poco transitada y muy recomendable.

Último tramo del Barranco de Valdeplata

Puentecito junto al Salto de Batán

Rueda de molino (Salto de Batán)

Salto de Batán


Calcena a la vista