viernes, 23 de diciembre de 2022

UN PEDACITO DEL REAL VALLE DE LAMINORIA

 



Hemos elegido un bonito domingo del mes de diciembre para realizar una circular que, partiendo del pueblo de Elortza, visita las cimas de Peña Obi (ObiHaitza), Peñalascinco, Peña La Campana y Arburu, para terminar atravesando el túnel del Ferrocarril Vasco-Navarro desde el pueblo de Zekuiano y deleitarnos con sus pinturas dedicadas a la historia de este tren que en su tiempo unía las localidades de Bergara y Lizarra-Estella.

Para ello nos acercamos al pueblito de Elortza a pasar la noche previa en un pequeño parking situado junto al arroyo Musitu, con la vista hacia la Iglesia de Santa Eufemia. En la negrura de la noche y envueltos en nuestros edredones dentro de la autocaravana, escuchamos el fluir del arroyo sabiendo que el frío recorría el valle.

Elortza 

Al día siguiente amanecimos frescos, apenas 3 grados en el momento de salir después de un buen desayuno. Imprescindibles las fotos de la iglesia, que fuimos dejando abajo a la vez que íbamos entrando en calor. El pueblo quedó ahí, quieto, bajo el Desfiladero de los Pocilones; volveríamos en unas 5 horas…


Pequeñas cuevas cerca del sendero

Rodeados de quejigos nos encontramos con un indicador que nos dirigirá hacia la Peña Obi (Obihaitza) o Peña La Campana. Primera curiosidad de buzón, con unas ruedas y mazos para hacer sonar la “campana”, sonido que seguiremos escuchando a lo largo del día. No será la única campana, en el resto de pequeñas cumbres, y bajo distintas formas, nos encontraremos con los mazos y aparatos para tañerlas.

La mezcla de colores del enebro verde y rojo me encanta. Bonito conjunto de invierno… Pasamos junto a varias cuevas, ¡lástima de linternas para explorar un poco más estas cavidades!…


Peña Obi

Visitamos Peñalascinco con su curioso buzón “tañedor”. Sabemos que desde ahí se puede acceder a alguna otra cavidad y que se podría pasar por una bonita faja, pero dado que el tiempo está nublado dejamos esta parte del recorrido para otro día (en primavera tiene que estar precioso). Continuamos hacia el Arburu entre pequeñas hayas y el omnipresente boj. Una alfombra marrón amortigua nuestros pasos rodeados de humedad, y de cuando en cuando parece que llueve, aunque son tan sólo las gotas que sueltan las ramas mecidas por el viento. El paisaje que nos rodea está envuelto en niebla, que nos impide ver de los cortados hacia abajo.





Peñalascinco

Sin perder mucha altura llegamos a un lugar mágico denominado Peña Rasgada. Conforme nos vamos acercando se empiezan a recortar las cavidades, pequeñas cuevas, balmas, agujeros…paisajes distintos en esta curiosa vuelta. Nos aproximamos a las cimas de La Campana y Arburu. Bajando se comienza a ver a lo lejos el pueblo de Zekuiano (Cicujano) con su Iglesia en primer término dedicada a la Degollación de San Juan (¡vaya nombrecito!), y construida sobre un antiguo edificio prerrománico; seguimos dentro del municipio de Arraya-Maestu.






Peña Rasgada

Peña La Campana
Peña Arburu

Desde Zekuiano nos metemos un pequeño tramo por la via verde del antiguo ferrocarril vasco-navarro. Llegamos a la estación de Cicujano que también fue casa de los obreros que trabajaron en el ferrocarril. En el túnel, de unos 350 metros, se encienden las luces y comienza un viaje hacia atrás en el tiempo, cuando esta línea que unía Bergara y Lizarra estaba en pleno funcionamiento. Sonidos de aquella época junto a una serie de murales preciosos acompañan nuestro caminar por la historia de este tren. Para terminar esta ruta no está nada mal. En total unos 16 kilómetros y apenas 600 metros de desnivel positivo, y 4 cimas de alrededor de 1000 metros de altura.

Acercándonos a Zekuiano

Iglesia Degollación de San Juan


Ferrocarril Vasco-Navarro



 



lunes, 29 de agosto de 2022

UN CHUTE DE PIRINEO

 

                                   ...El Midi D'Ossau emerge cuando estábamos plenos de paisaje...

Nos dan las 20:30 cuando salimos de Donosti rumbo al Pirineo, esta vez hacia Canfranc y Villanúa, zona que apenas hemos frecuentado. La noche se nos echa encima. Llegamos al aparcamiento próximo a la Estación de Canfranc cerca de las 23:30 con el tiempo justo para calentarnos la cena y, tras observar las estrellas, meternos en la piltra en una bonita y silenciosa noche. No hay ruidos, tan solo algún pajarillo a lo lejos, paz y tranquilidad…

Amanecemos a las 8; ya hay bastante luz que se filtra por las claraboyas. Desayunamos y afrontamos la jornada de 7 horas de recorrido total visitando La Moleta, bonito mirador sobre esa preciosa zona del Pirineo. Atravesamos el pueblo de Canfranc Estación, embelesados por su bonito edificio, y al final cruzando el torrente nos adentramos en un bonito bosque que en zig-zag va ganando altura, y mucha, aunque a la sombra y con una buena temperatura. Llegamos a la zona conocida como “El Carretón”, ya fuera del bosque, habiendo ascendido prácticamente 900 metros, hay que tener en cuenta que Canfranc está en un “agujero”. La subida fenomenal, cogiendo un ritmo asequible de forma que no paramos prácticamente nada.


                                                ...no tengo palabras...Collarada me observa...

Desde el lugar de “El Carretón” observamos el enclave maravilloso del refugio de Vista Hermosa, apropiado nombre para semejante sitio. Desde aquí las vistas nos sobrecogen, y todavía nos quedan otros 500 metros más de desnivel hasta llegar a la cima…La Moleta, precioso mirador, paisaje que embelesa, transporta, llena de energía.


....Pufff...Pala de Ip y al fondo Infiernos, Balaitus, abajo el Ibón de Iserias...

                                           ...Petretxema y Ansabere, la punta de Anie...

Después de un buen rato, decidimos descender completando la circular por la vertiente del Ibón de Iserias una vez alcanzado el collado de La Moleta. Genial elección, la bajada rodeando el ibón, de un color verde intenso dada su poca profundidad rodeado de vegetación, nos deja anonadados, y después, pasando por el pequeño refugio de la Vuelta de Iserias, una larga bajada nos dejará, cansados pero felices, de nuevo en la estación de Canfranc. Hemos hecho cerca de 17 kilómetros para los 1400 metros de desnivel, no está nada mal.


                                            Aproximándonos al bonito Ibón de Iserias

 
                                      Desde el Ibón de Iserias miramos hacia La Moleta

                                   Una bonita bajada desde el Ibón Iserias observando el Canal de Izas

Nos desplazamos, una vez duchados y cambiados, hacia el lugar llamado la “Fuente de Paco”, acceso desde el pueblo de Villanúa. Se circula por pista hasta el lugar. Encontramos un sitio fenomenal para comer, siestita, descanso, lectura…que buenos momentos…Hasta que nos da la hora de cenar y comienza a hacer algo de fresco. De nuevo después de cenar estamos viendo las estrellas un buen rato, y observando la luz de los relámpagos de alguna tormenta lejana…

Amanecemos a las 8, de nuevo sin despertador, después de otra bonita noche. Esta vez el destino es la Punta Espata, cerca de 1000 metros de desnivel en unos 10 kilómetros de marcha, suficiente después de lo realizado el día anterior.
Por un precioso pinar vamos ascendiendo sin apenas desnivel durante alrededor de 1 hora, hasta que se nos viene encima un repechito para alcanzar el Refugio de La Espata. Poco después, las vistas sobre Collarada y Collaradeta nos fascinan; el día, como el anterior, despejado y con una brisilla que dejaba caminar a gusto. Nos desviamos en una bifurcación hacia la izquierda dirección al collado de La Espata. Pronto los cairn toman el relevo a las marcas de pintura por una zona de rocas.

...Ascendiendo hacia el Collado de Espata, Collarada y Collaradeta

Subida hacia la Punta Espata

Hacia el collado, Collarada me observa

Los últimos metros de esta montaña son por un canal sin demasiada dificultad pero atentos a agarrarse bien a las rocas y cuidando de no hacerlo a alguna piedra suelta ya que el tipo de roca se rompe con facilidad. Llegamos a la cima y, como el día anterior, nos empapamos de vistas. Después de un rato bajamos hacia el collado de Bacún, donde le espero a Carlos a que suba y baje del Bacún, para descender por zona herbosa hasta la zona donde se encuentra el cromlech de La Espata. Desde aquí se empalma enseguida con la senda de subida en el refugio de La Espata para atravesar el bonito bosque y finalizar la circular en 4 horas y media. Un chapuzón en una poza cercana nos quita el calor que llevábamos encima a esas horas, y la comida a la sombra da por finalizado un bonito fin de semana…para repetir…

Cima de Punta Espata

Precioso pinar próximo al Refugio La Espata


Diciendo adiós a la pirámide de Punta Espata

 



domingo, 7 de agosto de 2022

UNA NOCHE ESPECIAL


Quería dormir en el bosque, pero la tarde se presentó gris y húmeda. A pesar de que estamos en agosto, la niebla lo envolvía todo allá arriba. Oianleku, cuántas veces habré pasado por ese precioso lugar…y allí me fui, el día me  llevó, y la noche hizo que me cobijara dentro.

                                               Pilotasoro, al fondo, Peñas de Aia cubiertas

                                                                         El Hotel 
La borda olía a humo ya pasado, bien limpia y bien cuidada se presentó acogedora, y pasé una bonita noche sin estrellas pero con ellas, las hayas, con la presencia de los cromlech un poco más arriba, con el silencio, y a la vez, con el sonido de los caballos que me rodeaban. Tienen suerte, menudo lugar más espectacular para pasar su tiempo.

                                                          Cae la noche. Vistas desde el porche

Todo estaba tan quieto…Llovía fino, ligero, la niebla funcionaba como un suave aspersor que mojaba todo…

Sentada en el pequeño porche, observé la caída de la noche y el amanecer entre nubes, un verdadero regalo.

A las 7 de la mañana, recogí los bártulos y recorrí el camino de vuelta renovada, volví a casa en bus…y ahora la mochila huele aún a bosque y a humo.

                                                             ...y el último regalo...


domingo, 1 de mayo de 2022

BARRANCO DE LAS MINAS DE VALDEPLATA

Unos días por la cara sur del Moncayo

Comenzaremos nuestra andadura en el tercer día de ruta por estas tierras con esta preciosa travesía recién pasado el pueblo de Calcena dirección Talamantes, tomando una pista a la izquierda, en la que ya señaliza la GR 90, el Sendero Ibérico Zaragozano. Debemos seguir por esta ruta durante un buen rato, disfrutando de los curiosos colores que nos brindan las laderas erosionadas, y los bancales con almendros en el lugar denominado Corral de la Loma. Al rato la figura de las Peñas Albas nos dejan boquiabiertos.

Las Peñas Albas atraen nuestra mirada




Seguimos discurriendo en subida mantenida hasta que la pendiente se hace un poco más fuerte al llegar al Collado Somero, a 1118 metros. El calor comienza a hacer mella y a partir de aquí (ya pocas subidas) iremos disfrutando del camino en suave llaneo y bajada.

La Peña de los Moros desde el Collado Somero

Desde el collado nos llama la atención la enorme Peña de los Moros (1281 metros), que se alza esbelta frente a nosotros.

Vamos descendiendo sin quitar la vista de las moles de alrededor, hasta que una bifurcación a la derecha nos coloca en el seco cauce del río que más adelante se adentrará en el Barranco de Valdeplata. Continuamos por la GR 90 observando que poco a poco las paredes calizas van cerrando nuestro horizonte. Poco más adelante abandonamos la GR 90 que se va a nuestra izquierda, continuando por estrecho sendero, atravesando varias veces el pequeño caudal que lleva por aquí el río. El paisaje de ribera es precioso, verde, apretado…

Discurriendo por el seco cauce del río por la GR 90

Accedemos al lugar de las ruinas de las antiguas minas de Valdeplata, visitando lo que queda de las instalaciones de este emblemático yacimiento. Su historia se remonta hasta la época romana, cuando se extraía plata. Más adelante se le unió la explotación de cobre, azufre, plomo y zinc. Durante muchos años estuvo activo el yacimiento, hasta que perdió importancia tras la conquista de América, aunque se volvieron a abrir las minas a mediados del siglo XIX, clausurándose definitivamente en el año 1914.






Continuamos por el sendero acompañados de encinas y chopos, amparados por oscuros paredones donde areniscas y agua crean bonitas estampas. Llegamos a un pequeño parking, para más adelante desembocar en la carretera, que debemos seguir para volver a Calcena unos 6 kilómetros más. Esta vía apenas utilizada nos lleva curva tras curva hasta un lugar donde marca el Salto de Batán, que nos hace desviarnos por sendero a la izquierda unos 300 metros para descubrir un tranquilo lugar donde antaño iba a bañarse la gente del pueblo. Un antiguo puente y restos de un molino, junto al sonido del agua en el pequeño salto, nos tienen un buen rato tirando fotos…desandamos lo andado y nos incorporamos a la carretera durante 2 kilómetros más, que nos dejan ya en Calcena, terminando así esta interesante ruta de 17 kilómetros, poco transitada y muy recomendable.

Último tramo del Barranco de Valdeplata

Puentecito junto al Salto de Batán

Rueda de molino (Salto de Batán)

Salto de Batán


Calcena a la vista