Tengo ya mi mochila a reventar...En mi fondo, donde
guardo todo lo bello, ha habido un empacho de paisajes, de agua, de noches
estrelladas, de corazones palpitando a cada paso, de amigos compartiendo todo.
Conmigo han viajado otras mochilas bien repletas, pesadas como la mía...Hemos
pasado por tierras labradas cuyos colores invaden las retinas. También por
pequeños pueblos, tan bonitos cuando una se acerca a ellos, que nos han dado a
través de sus habitantes una lección de sabiduría y generosidad. Para las noches,
teníamos para elegir bordas, bonitas balmas, rincones al lado del río, bosques
con árboles protectores...Y ese fuego...siempre cerca para reagruparnos junto a
él...
COLORES DE TIERRAS Y PUEBLOS
CALOR DEL FUEGO Y AGUA REPARADORA
PRECIOSAS BALMAS Y PEQUEÑOS REFUGIOS
Hemos recorrido la tierra, juntos, escuchando los
sonidos de la vida, como son nuestras palabras, la música, arrullos, suspiros, gruñidos,
bramidos, ronquidos, trinos; hemos caminado junto a ciervos, gamos, jabalíes,
alondras, pica-pinos, cárabos, sapos, autillos...Todo esto nos ha pertenecido
durante 6 irrepetibles días.
MUCHA BELLEZA
GENEROSIDAD
MÁS BELLEZA
¡GRACIAS JULIO!
Kaixo Miren, una delicia de lugares y experiencias.
ResponderEliminarQue maravilla.
El año que viene ...
Agur.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPor fin te he leído, Mirentxin. Etxauri atardece bajo el vuelo de las golondrinas, y una Voll-Damm acompaña mi lectura en el jardín. No subas a las cumbres, hay demasiada gente. Permanece en las colinas, hay más sitio, más colores, más olores y nunca te molestan. Muxux!
ResponderEliminarMila esker!, me alegro que hayas entrado a leer el blog; hay que aprender a recorrer la tierra despacio, no deja de sorprenderte...
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