Con este sencillo viaje, pequeño, buscaba llegar caminando hasta Castejón, el pueblo navarro donde nací. Inicié mi marcha, sosegada, desde Andoain, y paso a paso, atravesando túneles por la ruta del Leitzaran y enlazando con la ruta del Plazaola, el tren que antaño enlazaba las localidades de Donostia e Iruña, llegué hasta Leitza. Siguiendo este bonito y bien señalizado recorrido, en dos días acabé en Sarasa, donde ya terminaba su acondicionamiento como vía verde. Iruña me esperaba a doce kilómetros de allí. A continuación mis piernas me llevaron en varios días hacia el sur, pasando por tierras amarillas de colza, verdes campos de cereal, viñedos, frutales, ermitas, cielos luminosos, algo de lluvia, sembrados…
Sirviéndome ahora de los ríos, del Leitzaran me encaminé hacia el Larraun al llegar a Lekunberri; luego, en Iruña paseé por la orilla del Arga, desde allí rocé los pueblos de La Valdorba para seguir el Cidacos a la altura de Pueyo; Me encontré con Tafalla, Olite, Caparroso, Villafranca, Milagro, donde me incorporé a la ruta de Sendas del Ebro, el recorrido del GR99, precioso, abandonando el Río Aragón para desembocar en el Ebro, y junto a él, llegar a Castejón.
Han sido ocho inolvidables días, varios en muy buena compañía, aunque, los más, conmigo y …contigo.
Bajo en la estación de Andoain para meterme en la senda del Leitzaran. Este río rebosa agua después de las últimas lluvias. Paso por el Puente de las Brujas y la Bixera de Bertxin. Centrales y túneles por el que discurría el tren de Donostia a Iruña. Remolinos, pozas y árboles caídos. Precioso día entre sombras y sol. Paso por el inicio marcado de la vía verde del Plazaola poco antes de llegar a Leitza.
LEITZA-LEKUNBERRI-IRURTZUN (28 KM).
Tan sólo cuatro grados a las 8:30 de la mañana. Desayuno en el Ogiberri del pueblo. Verdor y trinos me acompañan durante todo el día, ¡lo que daría por conocer los pájaros! Cerca de los pueblos siempre me encuentro con algún caminante, y por esta ruta, mayoría de ciclistas, aunque también pocos al ser entresemana. Me enfrento al túnel de Huici, de casi tres kilómetros de longitud. Está iluminado, y además, enciendo mi frontal…qué negrura…paso algunos minutos sin ver la entrada ni la salida y me inquieto, por fin termina después de cuarenta minutos con la compañía del eco de mis pisadas. Paso por alguna estación del Plazaola, y el paisaje me regala las vistas sobre Aralar. En Lekunberri me dejo llevar por el sonido relajante del río Larraun. Me topo con la Cascada de Ixkier, preciosa, mezclándose en ese momento el rumor del agua con el trino de los pájaros, ¿qué más quiero? Poco después el “ruido” de la autopista comienza a perseguirme. Urritza y Latasa con su estación. Dos hermanas, ya llego…Quiero descansar ya en Irurtzun. Me molesta el hombro izquierdo y me duele algo la garganta.
IRURTZUN-SARASA-IRUÑA (23 KM).
Seis grados por la mañana en Irurtzun. Frescor para empezar como nueva el día, sin dolores ni cansancio, recuperada. Comienzo a ver campos de colza asomada a la Cuenca de Iruña. Verde y amarillo. El Perdón. Aizkorbe y el templo Budista. Dejo atrás el castillo de Aixita. La temperatura sube más que el día anterior y para las diez y media ya me he quedado en manga corta, fuera guantes, txamarra y jersey fino. Las campanas de Sarasate me saludan. Llego a Sarasa y la ruta que llevo siguiendo desde poco antes de llegar a Leitza se acaba, la Ruta del Plazaola de momento está marcada hasta este punto. A partir de aquí me toca transitar 1 kilómetro por carretera con tráfico para coger la GR220, Vuelta a la Cuenca, hasta la entrada en Iruña. Antes me quedo cerca de Oteiza para admirar la Ermita de San Juan de Jerusalén, y, más apartada del camino, la que domina el pueblo de Ballariain. Entro en Iruña por Berrioplano, donde un arco indica que hasta allí llegaba la línea del Plazaola. De ahí hacia Aizoain, cuartel militar, Nueva Artica…con el monte Ezkaba dominando. Hoy tengo que ir hasta el Casco Viejo, mi hospedaje está en el Albergue Plaza Catedral, junto a decenas de peregrinos que van hacia Santiago. Visita de una amiga (gracias Pili) y habitación compartida, literas, tapones, ronquidos, paracetamol… Bocadillo para cenar y a la cama para las 22h.
IRUÑA-NOAIN-BERIAIN (22 KM).
Me dirijo a un ogiberri junto al Ayuntamiento para desayunar. La temperatura es de seis grados, por lo que continúo con toda la ropa disponible. Saludo a San Fermín y paso por los Corrales del Gas hasta la orilla del Arga. Sigo este río hacia Barañain para juntarme con mis amigos que me acompañarán hasta Noain siguiendo los mojones de la Cañada de las Provincias (CRP). Pasamos por Eskirotz y caminamos paralelos al aeropuerto, en una etapa más bien fea, pero que se me hace corta por la compañía. Vemos un corzo, el único que he visto en todo el recorrido, en el terreno menos apropiado, al ser todo muy cerca de la “civilización”. Hace calor. Al fondo la Sierra de Alaiz con sus canteras. Acabo cansada y asada. Mis amigos se cogen un bus de vuelta a Iruña desde Noain, después de tomarnos un refrigerio, y yo me dirijo a Beriain, donde me espera Carlos con la autocaravana en un parking junto al campo de fútbol, ¡YUPIIIIIIII!!!. Llego antes y me doy una ducha fría. Le espero media hora. Él se va a dedicar los dos días a hacer rutas en bici. Duermo fenomenal, descanso absoluto. Ni un ruido.
BERIAIN-TIEBAS-UNZUE-ORICIN-OLORIZ-SOLCHAGA-GARINOAIN
(22 KM).
Amanezco a seis grados, desayuno y me encamino con mi andar tranquilo. Carlos se dirige con la auto a Garinoain, donde llegaré yo, para hacer una ruta en bici por la Valdorba. Paso por la Balsa de Morea saliendo de Beriain por unos pabellones. Caminando por una pista recta entre amarillos y verdes me voy acercando a Tiebas. Atravieso la autopista y camino por el pueblo con más ruido que conozco. Increíble que se pueda vivir allí. El sitio es bonito, limpio, con las ruinas de su castillo…pero ese ruido…Cojo un ramal del Camino de Santiago que enlazará más adelante en Muruarte de Reta con la vía de Gares, aunque yo lo dejaré antes. El sendero a partir de ahí transita paralelo a la autopista durante un buen y ruidoso rato. Después, me separo del follón para adentrarme por Unzue en La Valdorba, admirando los pueblos de Oricin, Oloriz, Solchaga y sus iglesias románicas. Encinas, olivos, luz y calor. Me acerco hasta Eristrain y su preciosa Ermita de Santa María. Estas carreteras estrechas y tranquilas, sin apenas desnivel, me permiten adentrarme en estos pueblitos tan cucos. Llego a Garinoain, al campo de fútbol donde está Carlos esperándome. Ducha, comida y siesta. Por la tarde un paseo por el pueblo, su Ermita de la Virgen Blanca con el miliario romano encontrado cerca, y Barasoain, este último con bonitas casas blasonadas, y el Palacio de Azpilicueta. Las nubes van tomando posiciones amenazando tormenta. Nos dirigimos a dormir junto a la Ermita del Cristo de Catalain, a un kilómetro de allí. El pronóstico da agua para mañana. Durante la noche llueve varias veces.
CATALAIN-ORISOAIN-BENEGORRI-PUEYO-TAFALLA-OLITE
(22 KM).
Carlos se va para Donostia, no sin esperar hasta las diez a ver si amainaba…pero no, así que, paraguas en ristre, vuelvo a adentrarme en la Valdorba un trecho, hasta Orisoain, para de allí salir por pistas diversas hasta la carretera de Pueyo. Llueve durante dos horas. Me engancho al rio Cidacos para llegar hasta Tafalla siguiendo una ruta de bicis, donde el agua remite y me regalo un rico menú por 22 euros. Con la tripa llena y después de hora y media llego a Olite, hasta el centro histórico, donde un montón de turistas se agolpan en las terrazas. No me había dado cuenta de que era sábado, y había pasado el temporal…lucía un precioso sol de nuevo. Me ducho y me quedo agazapada en la habitación descansando…solo saldré a cenar en el propio restaurante del hotel. Camita y dormir…Mañana será un día muy largo. Mi dedo pequeño del pie izquierdo tiene un callo enorme, ya no me molesta el hombro porque ha pasado a un segundo plano.
OLITE-PITILLAS-CAPARROSO-VILLAFRANCA (30
KM).
De nuevo fresca temperatura para empezar entre huertas, viñedos, sembrados y campos de frutales. Toda la ruta desde Pueyo ya discurre por vías de bici. Unos cuantos conejos me salen al paso temprano. Pasan varios ciclistas (es domingo). Después de un buen rato, en manga corta y pantalón corto, calor, vislumbro a lo lejos el promontorio donde se encuentra el Despoblado de Rada, ya estoy cerca de Caparroso. Antes paso por una presa en el Cidacos desde donde sale el agua por un canal…me da algo de frescor. Sudando la gota gorda llego a Caparroso y me como en una mesa a la sombra una ensaladilla que había comprado en Olite. No me quedo en ninguna terraza porque está todo hasta los topes. Subo al alto donde está la Iglesia de Santa Fe y las ruinas del Cristo, con sus agujeros en los muros, cicatrices de la guerra. Todavía me quedan doce kilómetros y son las dos y media y el sol aprieta de lo lindo. Veo el Moncayo a lo lejos con su “txapela” característica de inestabilidad…algo puede llover, el sol “pica”. Transito por pistas en un paisaje de sembrados y lomas, pasando por una macrogranja de vacas y acabando en Villafranca acompañada de mi hermano; luego se incorporaría la pareja que estuvo en Noain conmigo. Me han seguido durante el fin de semana…maja gente…A las 18h me dejan conmigo; Voy al hotel, callo dedo-hombro-callo dedo-hombro, ducha, siesta, cena, lluvia de nuevo…mañana último día.
VILLAFRANCA-MILAGRO-CASTEJÓN (18 KM).
Vuelvo a los sembrados, el fresquito, los conejos…el ambiente está muy limpio. Se observa la cortina de agua pero lejos, no me voy a mojar. Llego a Milagro, al Aragón y con él al Ebro, más cerca de ti. La ruta que me lleva a Castejón es la de la “Sendas del Ebro”, marcada como GR99. Una preciosidad, a la sombra, con los pájaros que no han dejado de acompañarme estos días…y el agua. Los frutales y viñedos me acercan al pueblo, el del tren, el que me vio nacer…
Kaixo, una travesía impresionante, preciosa, con paisajes de todo tipo, muy bonito y con algo de envidia.
ResponderEliminarY ahora a pensar en otra ...
El dedo, bien ya? jeje!!!
Agur.