Queridas
sabinas…
No había tenido el gusto de
contemplaros anteriormente. Hoy, por fin, venciendo el viento helador, nos
hemos adentrado por vuestros dominios y habéis sido nuestras compañeras de
recorrido.
Un frío 5 de enero, después de
una noche ventosa y lluviosa, el amanecer nos sorprende a golpe de viento que
zarandea nuestro vehículo.
Después de un desayuno
caliente, a las 10:30, salimos de La Puebla de San Miguel (Valencia), pueblito
enclavado en la Sierra de Javalambre, con intención de hacer uno de los
recorridos marcados, el Camino de la Sal, así llamado por ser parte de la
comunicación entre Puebla de San Miguel, con Arcos de las Salinas (Teruel) para
llevar la Sal producida en su factoría.
Al comenzar, un grupo de
perdices vuelan despavoridas a nuestro paso, seguro que se posarán en vuestras
ramas.
Vamos bien pertrechados, los 5
grados con semejante viento parecen tan sólo 2…
Vista de Puebla de San Miguel
Bosques de pinos, barrancos de
nombres sugerentes (Javandal, Cañada Jorge, Los Tajos…), con piedras horadadas,
y vosotras, centenarias sabinas, que no hacéis otra cosa que sorprender…
Plantas aromáticas cuyo olor el
viento esparce por doquier. Fuente alargada de Javandal, Cuesta de los
Garbanzos, la nieve recién caía de la última noche. Miradores a los que
llegamos después de llenarnos la retina de mirar…
Sin demasiado desnivel y
después de atravesar zonas boscosas, nos sale al paso una oquedad denominada la
Cueva de la Pez, utilizada como abrigo para el ganado. Más adelante, nos
deleitaremos con las vistas hacia la Valluenga.
Hay que seguir un trozo de
carretera una vez alcanzado el Área Recreativa Don Guillén, hasta que un desvío
a la izquierda nos llevará al Barranco de Los Tajos, maravilla de la naturaleza
…Y vosotras, sabinas, pequeñas,
jóvenes y frondosas, centenarias y arrugadas, acompañáis nuestro caminar en
este frío día de enero.
Hola, guardador de rebaños,
ahí a la orilla del camino
¿qué te dice el viento que pasa?
Que es viento, y que pasa,
y que ya pasó antes,
y que pasará después.
Y a ti, ¿qué te dice?
Mucho más que eso.
Me habla de otras muchas cosas.
De memorias y nostalgias
y de cosas que nunca existieron. (Alberto Caeiro, "El Guardador de Rebaños" X)