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Lac de Lhurs y Dec de Lhurs a su izquierda, desde la cima del Billare |
El verano transcurre despacio ahí afuera. Las montañas campan a sus anchas sobre el Valle de Lescun, plagado de casitas aisladas, con su terreno donde descansa la hierba antes cortada y ya seca. Los animales pacen en los prados, también en los de altura, donde el pastor nos muestra su duro trabajo, y mientras, nosotros, simplemente ascendemos con destino a una cumbre desgastada ya por su mirada.
Billaré, hecha de roca que brilla al sol. Conseguimos ascenderla el último fin de semana de julio desde cerca del Plateau de Sancheze, en Lescun, un valle tranquilo que mira hacia las alturas y que encierra como tesoro multitud de excursiones para los senderistas hambrientos de montañas. La subida es larga, con desnivel nada desdeñable teniendo en cuenta que se ganan 1300 metros en poco más de 5 kilómetros de distancia. Subida muy entretenida, con alguna fuente y mucho árbol, que en días de calor proporcionan sombra en buena parte del recorrido. Ganando altura los cairns van marcando la ruta, llegando a una interesante cresta tras el collado principal, que brinda unas excepcionales vistas sobre una incontable cantidad de cumbres, Annie, Mesa de los Tres Reyes, Bisaurin, Collarada...El Midi D'Ossau ya se nos muestra lejano en la subida, antes de la cresta.
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Billare desde el Plateau de Sancheze |
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Siguiendo los cairns por sendero estrecho |
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Aproximándonos a la cresta cimera |
Bonitas trepadas y
destrepadas por la cresta, fáciles si no se tiene vértigo, con buenos agarres.
Casi nadie por la zona cimera, la mayoría se dan la vuelta en el collado.
Pasamos por las 3 cimas marcadas con sencillos cairn, la última la principal,
todas verdaderos miradores hacia sus hermanas conformando un paraíso de
cumbres. Respiramos hondo el aire libre de mascarillas, ahí afuera no hacen
falta. Comemos algo y nos disponemos a bajar por la misma ruta, mientras el
tiempo discurre despacio y ya en el Plateau de Sancheze, observamos a los visitantes
que se disponen a comer en sus sillas y mesas junto a la regata. Bajamos con
los ojos llenos de cumbres, muchos de ellos se conformarán con mirar hacia
arriba, al Billaré.
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Disfrutando por la cresta |
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Trepadas de I-II |
Pasamos la tarde
después de una “reconfortante” ducha y nos dirigimos al parking de Napia, donde
pernoctaremos soñando con cumbres. El domingo, todavía con el espectáculo del
día anterior latente, caminaremos hacia el Lac de Lhurs, menos desnivel
acumulado (700 metros hasta el lago, 1100 hasta la cima del día), y más gente.
El lugar, espectacular. Descanso en los aledaños del lago, subida al Dec de
Lhurs con preciosas vistas desde su cumbre (esta vez hasta el Petretxema), y
bajada dando por terminado un inolvidable fin de semana en este entorno
maravilloso.
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Lago de Lhurs y su entorno, Mesa de los Tres Reyes |
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Vistas desde la cima del Dec de Lhurs, en medio el Petretxema |
La Mesa, omnipresente durante el fin de semana
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Ya bajando, a lo lejos emerge el Midi D'Ossau |
"Desgarrada la nube; el arco iris brillando ya en el cielo, y en un fanal de lluvia y sol el campo envuelto. Desperté ¿Quién enturbia los mágicos cristales de mi sueño?" (Antonio Machado)