Un frío día de marzo por el sur
de Aralar...
Salimos
pronto del coche. La verdad es que la pinta del día no invitaba mucho a dejar
el confort del viaje. Salimos de Donosti cuando aún comenzaba a amanecer. La
niebla lo cubría todo caminando por las solitarias calles de Huarte Arakil.
Entre-semana y a esas horas tan sólo nosotros rompíamos el silencio de la
mañana dormida. La Sierra de Satrústegi con Beriain dominando nos mostraba el
frío día que se avecinaba, con la nieve recién caída vistiendo las cumbres.
Nosotros a lo nuestro, iba a ser una mañana larga.
Cuando
llevábamos un buen rato caminando la niebla se disipó y nos dejó disfrutar
todavía más del bello paisaje a nuestro alrededor. Ascendíamos por la Senda del
Pastoreo (GR-282) por un sinuoso sendero cuando nos topamos con la primera
"piedra" del día, poco después de pasar junto a la Cruz de San
Miguel. Se trata del dolmen de Artzabal, de los más bonitos que hay en Aralar.
Su tapa se rompió a saber cuándo y hoy en día esa piedra enorme permanece en el
suelo junto al resto del conjunto. Un buen sitio, y bien marcado, y esperemos
que bien cuidado en tiempos futuros. Dejamos enseguida la Senda del Pastoreo
para tomar dirección hacia la carretera que sube a San Miguel de Aralar.
Al
rato visitamos el lugar del dolmen de Otsopasaje, espectacular entorno rodeado
de pequeñas hayas, todavía sin salir del invierno al que le faltaba poco por
terminar. Después de caminar por preciosos hayedos, otro dolmen llamó nuestra
atención, la verdad es que en un radio pequeño es abrumadora la cantidad de
monumentos que hoy en día podemos ver, una maravilla que el paso del tiempo no
haya podido echar a perder semejantes joyas de una historia tan remota...Esta
vez se trata del dolmen de Pamplonagañe, con el Artxueta al fondo
vigilante...Una maravilla.
Pronto
tomamos una ancha pista que nos llevará hasta un despoblado en medio del
bosque. Primero nos topamos con su bonita fuente medieval, rodeada de verdes,
dando entrada a unas ruinas de una iglesia, hoy en día lo único que se puede
ver. Alrededor no se aprecia ninguna piedra más. Se trata de Agiri, un poblado
del siglo XIII. Por hambrunas, malas cosechas, peste negra o incluso para
defenderse de Castilla, en aquellos tiempos los poblados (13 en total) se juntaron;
Agiri desapareció para acabar formando el
pueblo de Huarte Arakil. Alrededor de esta iglesia perdida, hayas por doquier,
no hay más vestigio de piedras ni construcciones, el bosque como consecuencia
del tiempo, se lo ha comido todo...
Seguimos
por amplia pista disfrutando del sol hasta que topamos con otro dolmen,
Armendiaga, una vez tomada la dirección hacia Huarte Arakil de nuevo. Como
todos los que vimos, impresionante. Entramos en un robledal cubierto de verde
por un estrecho sendero para ir a parar a un claro desde el que se observa la
roca de Madalenaitz, ya falta poco para cerrar la circular de esta bonita
mañanera. Circulamos junto a una erreka, y más adelante pasamos junto a la
Ermita de San Miguel, para terminar en el Monasterio de Santa María de
Zabartze, datado en el año 1031 pero restaurado en el S. XII; aquí, 2 milanos
que no paraban de volar juntos haciendo piruetas nos regalan su pose en la rama
mirando hacia Huarte Arakil...Acabamos embriagados de historias remotas.
Dolmen de Artzabal |
Dolmen de Otsopasaje |
Dolmen de Pamplonagañe |
Fuente Agiri |
Ruinas Iglesia de despoblado de Agiri |
Dolmen de Armendiaga |
Belate en
primavera...caminando por tierra de batallas
Paramos
en Venta Quemada. Aquí dejamos el coche. Comenzamos siguiendo 1km por la
carretera hasta que damos con una pista a mano izquierda, que nos llevará en
poco tiempo hasta el antiguo Convento de Santa María junto a la Venta de
Belate. Precioso lugar rodeado de agua y extensos campos. Refugio de peregrinos...Me
lo imagino repleto de gente cansada de tanto caminar, con el lugar de culto y
la posada donde recuperar la energía para continuar el largo viaje...Siglo
XII...después saqueado en el XVI...y más aún, incendiado y destruido por los
franceses en la Guerra de la Convención, ¡qué pedazo de brutos!. Paseando entre
estos muros me viene a la cabeza el fragor de la batalla, y sangre, mucha
sangre...
Continuamos
nuestra marcha a través de los bosques, cuya sombra mitiga el calor que vamos
notando. Nos dirigimos de nuevo al cruce de la carretera que hemos cogido
antes, la cruzamos y tomamos un sendero que nos lleva a Bentaxar, u Odolagako
Benta (Venta de la sangre)...Toda la sucesión de ventas que hay por esta zona
da a entender la importancia histórica de este paso...Continuamos por la GR-12
para subir hacia Larrepil y atravesar un precioso hayedo, sin sendero, lugar
encantador. Vamos pasando junto a diversas mugas, entre Elizondo y Ultzama, o
entre Donamaria y Elizondo...Subimos a Putzuetakogañe y nos dirigimos hacia el
Txaruta para, sin ascender a su cima, bajar la altura que hemos ascendido por
otro bosque, dirigiéndonos hacia la cima de Berriozokoa, con esas horribles
antenas...
Desde
esta cota ya se divisa Gazteluzar...vuelve el fragor de batallas ancestrales.
Nuestra historia está deambulando todavía por estos bosques. Aquí tuvo lugar la
Batalla de Belate. La conquista de Navarra se tuvo que librar aquí entre otros
lugares. En 1512, el entonces rey navarro Juan III de Albret, se lanza a
recuperar el territorio desde Ultrapuertos con el apoyo de sus aliados del
norte, contra las tropas de los monarcas castellanos apoyados por los
beaumonteses y guipuzcoanos, pero fracasa en su intento...Historias escritas
sobre la historia...Testigo lo escrito, estas piedras y el paisaje, de nuestro trepidante
pasado...y también del presente.
Convento Sta. Maria de Belate |
Odolagako Benta, Bentaxar |
A la derecha, ruinas de Gazteluzar |
Testigo de nuestra historia... |
Agradecer
a mi amigo Andoni que me ha acompañado en estas y muchas otras salidas al
monte, y con el que aprendo mucho a partir de sus explicaciones y tomando datos
de su interesante blog (almonteparaque)...Tanto los nombres de los dólmenes de
la salida de Aralar, como varios de los lugares visitados con él los obtengo de
su blog, información que añade a sus bonitas fotos.